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Alguna vez... alguna

Alguna vez, alguna. Se despertaron con insomnio y lo único que querían era alguien con quien hablar, desahogarse. A quien contarle, sin que te diga que hacer; tus angustias. Alguien que no de consejos, alguien que escuche y no juzgue. Alguien que los acepte y los aprecie.

Los ame y los reciba. 

Alguien que sea su pañuelo sin secarles las despedida. 

Su oido, su refugio su escapada.

Le debo diez mil entradas en este blog a este sujeto que tantas carcajadas me ha pintado. Un infallable, un intachable un... ¡que carajos! Un hermano.

Alguma vez, alguna... se preguntaron qué significa la amistad... pues sea los digo: es injuzgable, le fallas una vez, el te responde dos mil a uno.

El campo, las vacas, los caballos y las motos... los cuentos de hadas, y buscas pero no encuentras el significado de amistad, amigo.

Alguna vez, alguna, me pregunté... y la vida me respondió: Rafael

Felices 30, yo ya te cojo y el Egas ya mismo.



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Los mal intencionados

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Inconcebible

Hace algún tiempo que se viene barajando tanta legislación pro-algo que me pregunto si realmente es inconcebible imaginar que alguien tal vez NO quiera gozar de tanto derecho. Les pongo en contexto. Mañana se legaliza la marihuana en el Ecuador ¿Es inconcebible imaginar que habrá personas que NO la consuman? Del mismo modo -RESALTO, ACLARO, PUNTUALIZO, TILDO, ASENTÚO, yo no tengo útero y hablo sin justa causa- sería inimaginable, inconcebible considerar que una niña a la que se le hizo madre en contra de su voluntad ¿Decide pro-su bebe? O tal vez estamos tan acostumbrados a pensar que merecemos una u otra cosa y como infantes exigimos derechos, derecho a esto o a lo otro. Cuando creo que realmente deberíamos estar indignados y exigir obligaciones. ¿Obligaciones? Si, obligaciones. ¡Deberíamos estar indignados! No porque los Estados no nos reconocen más derechos; sino porque estos son realmente inservibles al momento de cumplir con su parte. Los gobernantes se han vuelto padres permi