La verdad es que hablar de cosas como eso sin que alguien se ofenda, o me cuelgue de los pulgares a esta altura del siglo XXI es imposible. En estos tiempos donde todos son activistas activos fervientes de causas que si, o no les conciernen; no se puede tener una postura pública conservadora liberal izquierdo derechista sin, que la sobre estimulación informática mediática nos vuelva terrorista de alguna causa. Porque además no se puede ser tibio, la sociedad espera que protestemos posteando dando likes y compartiendo, virtualizando los espacios de debate y nos lancemos piedras informáticas. Tenemos que tener una postura, si señor. Tenemos que tener convicciones; pero sobre todo tenemos que tener las mas efusivas ganas de mantener la armonía y aceptar que no todos están obligados a pensar como nosotros. Debemos ser tolerantes y debemos aceptar que si tenemos posturas conservadoras; los todo-tolerantes pro-todo, van a ser los primeros en intolerarnos. Los openmind nos closeminding porque somos la escoria que retrogreda las sociedades.
Ya creo que ven por donde va esto; pero se equivocan, no va por ahí. Seguro más de un lector me va a tachar de curuchupa, pero os lo juro amados lectores que no va por ahí. La verdad en estos tiempos donde todos tienen derecho a tener la razón, la razón por su esencia no lo permite. El papel, aguanta todo, pero eso es el papel nomas. Festejo los breves y seguros triunfos de la sociedad reconociendo derechos; y les digo que no voy a ser la persona que se oponga o les agüe la fiesta. Pero como a un niño, no se le puede decir sí a todo, a la sociedad tampoco. Estoy en contra fervientemente de algunas cosas que ahora son positivas, cheveres y aceptables; pero no les voy a dar el gusto de decirles cuáles. Lo que más estoy en contra es darle la razón a todos por no ofender a nadie.
Pero bueno hay cosas que son puertas afuera y otras, como la forma en la que voy a educar a mis hijos, que son puertas adentro. Con lo rotos que venimos todos a este mundo, lo mejor que podemos hacer es reconocernos imperfectos, amarnos los unos a los otros y anhelar con todas nuestras fuerzas que al momento en que partimos haya un ser superior que esté dispuesto a aceptarnos con nuestras múltiples imperfecciones. Que la sociedad se goce dándole la razón a todos, que los verdes celebren sus triunfos felices; y los azules esperen 5 minutos que ya les van a dar la razón también, seguro, y si mañana se siente intolerado me llama, ya que por tener una postura que a la sociedad le hiere, a mi también me han intolerado.
Y les compruebo que no se puede dar la razón a todos ya que estoy seguro que no me la van a dar a mi. No me odien, ámenme, es más fuerte y duele menos.
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