Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril, 2017

Relativo a la Relatividad

Ahora que se ha puesto de moda hablar de Einstein, he podido, sin usar el método científico confirmar su teoría de la relatividad. Para explicarla él usaba siempre el mismo ejemplo:  para quien está en la banca de un parque con una chicha bonita, el tiempo se acorta en relación a quien asiste a un aula magistral  (tal vez y seguramente no es una cita textual) y éste complejísimo análisis tiene que ver con la luz y su velocidad y el espacio y el tiempo y la materia, todas estas cosas que, poco o nada tengo autoridad para analizar. Pero puedo encontrar un paralelismo, sobre todo por lo de la chica bonita.  La chicha bonita con quien me sentaba la banca del parque (metafóricamente) se encuentra ausente por ahora, y yo me quedé digamos, en un aula magistral escuchando sermones de... más bien el tiempo está transcurriendo tan lento que creo que estoy en una flagelante sabatina o una clase de Derecho Constitucional que hasta por el título aburre a mis lectores. Veo el reloj con más

Pescar a río revuelto

Llego la hora de hacer algo. No pretendo hacer pescar a río revuelto, objetivamente porque a estas alturas del partido ya no hay ni río. Pero como diría FDR "a lo único a lo qué hay que temer, es al miedo en sí". Cuando todo estaba perdido lo que nos queda es sonar la carga.  Si, hay miedo. Hemos visto actos dignos de los más respetables doctadores, sin escrúpulos, sin respeto, sin temor a las leyes. Pero es ahora o nunca. O hace eco una voz en el silencio diciendo a donde y como seguimos, o mejor vamos empacando nomas los pitos, banderas, bubucelas y de paso las camisetas de la selección. Hay, les aseguro qué hay, porque los he visto. Son líderes que además de tener ideas dignas de seguir, hacen de sus seguidores líderes para otros. Entonces reitero, aquí están mis manos, acá está mi voz y como siempre las empolvadas páginas de este blog. Para compartir, relatar y hacer saber. Ojalá en años venideros también para ser inconforme a sus liderazgos. Un consejo les dejo: si quere

Viralización Pandémica

Un virus se vuelve incurable cuando la mitad +1 se infecta. Desde mi anterior entrada a hoy he visto el virus de la unidad contagiar poco a poco a los participantes de las manifestaciones. La gente se aleja de las tarimas donde voces procelitistas contaminan el ambiente, y marchan. Entonando barras, no en contra de un candidato sino a favor de lo que están clamando, un cambio. Otra forma de hacer las cosas.   Su norte son las bengalas que iluminan épicamente los rostros y los gritos dejan de ser de alguna campaña y poco a poco se escucha el unísono #Ecuador #Ecuador #Ecuador #Ecuador.  Es contagioso, inevitable unirse. No sé si lleguemos a una "pandemia" de unidad, pero poco a poco va creciendo y poco a poco va tomando identidad. Poco a poco en otros lugares del Ecuador a la misma hora sale a gritar a favor del cambio. Estamos anunciando que ya no se trata de un voto, se trata de todos los votos, se trata de cada elección, cada ilegalidad que se ha llevado a acabo, olvídense

Eco. Rafael Correa

Ojalá llegue a los ojos de Rafael Correa Delgado, actual presidente del Ecuador. Hoy salí a las calles, al igual que miles de ecuatorianos a ejercer mi derecho constitucional de expresarme. Pero a diferencia de miles de ecuatorianos a medida que las cosas fueron avanzando, mejor dicho, escalando, me di el trabajo de ver -como se dice- los toros desde afuera.  Primero que nada y sobre todo, te perdono Rafael. Te perdono por sembrar sábado a sábado odio. Te perdono por abusar de un puesto democráticamente otorgado, con sus derechos y sus obligaciones. Te perdono por dividir al Ecuador y engular rencores y resentimientos. Te perdono por endeudar a mi generación más allá de la capacidad de pago de cualquier país y te perdono principalmente porque hoy, frente a mis ojos, ecuatorianos, amigos míos y conocidos de toda la vida empezaron a mostrar rezagos y destellos del mismo odio. Personas de mi afecto actuando con el mismo odio que repudiaban de cada sabatina. Odio, Rafael,