Ir al contenido principal

Viralización Pandémica

Un virus se vuelve incurable cuando la mitad +1 se infecta. Desde mi anterior entrada a hoy he visto el virus de la unidad contagiar poco a poco a los participantes de las manifestaciones. La gente se aleja de las tarimas donde voces procelitistas contaminan el ambiente, y marchan. Entonando barras, no en contra de un candidato sino a favor de lo que están clamando, un cambio. Otra forma de hacer las cosas.
 
Su norte son las bengalas que iluminan épicamente los rostros y los gritos dejan de ser de alguna campaña y poco a poco se escucha el unísono #Ecuador #Ecuador #Ecuador #Ecuador.  Es contagioso, inevitable unirse.

No sé si lleguemos a una "pandemia" de unidad, pero poco a poco va creciendo y poco a poco va tomando identidad. Poco a poco en otros lugares del Ecuador a la misma hora sale a gritar a favor del cambio.

Estamos anunciando que ya no se trata de un voto, se trata de todos los votos, se trata de cada elección, cada ilegalidad que se ha llevado a acabo, olvídense de Alianza País, vamos por más. Eso se anuncia, o por lo menos así lo interpreto yo.

Quisiera no tener tintes políticos en este blog que tantas veces ha sido cómico o anecdótico, pero cómo están las cosas hay demasiado en juego para no gastarle tinta. Tampoco está bien no gastarle los gritos... mañana nos vemos otra vez en las calles. 




Comentarios

Entradas populares de este blog

Qué chuchaqui...

De lo único que me antojaba anoche al salir del pequeño establecimiento era prenderme un cigarrillo, fumármelo en absoluto silencio. Oír la brasa  consumir lentamente el tabaco en la glacial noche quiteña. Procesar la intensidad, el enajenamiento de la realidad del cual había sido parte. Salía del teatro. Asistí a una producción llamada La Historia del Zoológico en la cual, no sé si el término es protagoniza o co-protagoniza el afamado Chunchi Zarumeño Mexicanizado. Quien en ocasiones anteriores fue participe de las líneas de este blog, y hoy, me compelo a titularizarlo por el más grande respeto y cariño que siento por él y el arte que siempre ha tenido a bien compartir conmigo. No no no, yo no soy crítico de teatro, tal vez, técnicamente algún sabido podría tener un criterio disparejo al mío. Guarden cuidado. No pretendo poner un rating a la obra o vender entradas. Pero imaginen un pequeño teatro, con demasiadas sillas y un escenario proporcional. La tensión se sentí...

Los mal intencionados

Debemos entender que en las despotricantes cadenas sabatinas, dominicales, u otras al antojo único del Presidente Correa, cuando él insulta, menosprecia, disminuye, apoda, o critica a algún pobre ser de la oposición, no debemos tomar estas como lo que son, sino como lo que pretende el Presidente con las mismas, crítica constructiva. Para que las personas a las que se refiere el Presidente puedan mejorar, crecer, madurar, enaltecer su intelecto y no sentirse mal o insultados. En cambio cuando alguien menciona la forma en que el Presidente se corta las uñas, se debe tomar, naturalmente como una injuria grave, gravísima, ultra grave, grave cum laude! Y no se nos ocurra hablar de la forma desbocada en la que se gobierna, o se toma decisiones, nunca jamás debemos decir que es equivoco, errático, reactivo. Debemos tener paciencia porque los niños son así. Son torpes. Están tratando de meter el bloque en forma de cubo, en el agujero e...

Zona de Confort Zero

Cansado del vaivén de hordas de gente colmando bares y discotecas se retiró meditabundo a celebrar introvertido el fin de año en el campo. Con más de una cuestión que quería despejar de su mente se decidió por un pequeño pueblo montañés. El menos acontecido de mis amigos -pensaba yo- hasta que un día a mediados de enero me llamó a contar avergonzado esta anécdota. Mientras me la contaba iba subiendo en el escalafón de historias que alguna vez fueron inmortalizadas en este blog. Esta anécdota superaba sin ningún esfuerzo la vez que fui rescatado en ambulancia de nieve en las Montañas Rocosas, aplastaba como a una hormiga cuando hice vomitar a una pequeña niña con el putrefacto aire que emanaron mis entrañas; y, a mi criterio empataba con la vez que etílico el taxista entregaba rendido las llaves para que conduzca alguien más en media Vía Interoceánica. Mientras leen, no traten de ponerle cara al personaje, disfruten de esta gran aventura. Habiendo leído los mejores...