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Inconcebible

Hace algún tiempo que se viene barajando tanta legislación pro-algo que me pregunto si realmente es inconcebible imaginar que alguien tal vez NO quiera gozar de tanto derecho. Les pongo en contexto. Mañana se legaliza la marihuana en el Ecuador ¿Es inconcebible imaginar que habrá personas que NO la consuman? Del mismo modo -RESALTO, ACLARO, PUNTUALIZO, TILDO, ASENTÚO, yo no tengo útero y hablo sin justa causa- sería inimaginable, inconcebible considerar que una niña a la que se le hizo madre en contra de su voluntad ¿Decide pro-su bebe? O tal vez estamos tan acostumbrados a pensar que merecemos una u otra cosa y como infantes exigimos derechos, derecho a esto o a lo otro. Cuando creo que realmente deberíamos estar indignados y exigir obligaciones. ¿Obligaciones? Si, obligaciones. ¡Deberíamos estar indignados! No porque los Estados no nos reconocen más derechos; sino porque estos son realmente inservibles al momento de cumplir con su parte. Los gobernantes se han vuelto padres permi
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La Longomicina

Harán el favor de no ofenderse por el título, la longomicina es un remedio, una pócima mágica, un analgésico, es... bueno pues es como quien dice la vacuna de COVID criolla.  (Paréntesis - ¿vieron cuando sacan del cajón un esfero viejo y cuando escriben deja espacios vacíos porque no corre bien la tinta? Algo así me siento desempolvando este espacio de esparcimiento literario. Si encuentran espacios en blanco es por el esfero viejo) Volviendo al tema.  ¿Nunca les dijeron de chiquitos algo como -no te has de morir, es longomicina pura- haciendo referencia a que comieron algo en la calle o algo que se cayó al piso que tal vez les podría caer mal? Bueno les explico: la longomocina es el conjunto de defensas que el cuerpo humano genera por su sabia e infinita naturaleza. Solo las puede crear al exponerse -mesuradamente- a delicias de la calle, buses, un papihuevo, un agachadito, salir de la casa, ir al supermercado, tomar agua de la llave, en sí vivir. Pero sobre todísimo no desinfectarse

¿Dónde está María Emilia?

"Todas las noches mijito, mi papá nos reunía al rededor de la radio - claro en esa época no habrían televisores - y escuchábamos los nombres de los fallecidos en La Guerra. Mi papá no nos permitía perdernos ninguna transmisión, teníamos que escuchar si había fallecido algún primo o conocido".  Nos contaba en una sobremesa la Nonna. Las sobremesas podían ser alegres y ocasionar indigestión de la risa; del mismo modo podían ser tenues, oscuras. Es que con tantos años y con tanta vida no todo podía ser alegría. Imaginen una pequeña niña italiana -risueña, rubia con ojos azules- sentada al pié de una radio oyendo atenta los nombres de una lista -me imagino interminable- de personas que habrían perdido su vida en una guerra. Al minuto siguiente, risueña nos decía con picardía - Mi tía Amalia...( risa ) A mi, mi tía Amalia me enseñó a decir mi nombre María Emilia Bigalli Pippa Corbani Vincenzini Caparinni Cappeta- y claro, esto nos contaba moviendo la cadera en la silla y meneando

La era del Ofendimiento

La verdad es que hablar de cosas como eso sin que alguien se ofenda, o me cuelgue de los pulgares a esta altura del siglo XXI es imposible. En estos tiempos donde todos son activistas activos fervientes de causas que si, o no les conciernen; no se puede tener una postura pública conservadora liberal izquierdo derechista sin, que la sobre estimulación informática mediática nos vuelva terrorista de alguna causa. Porque además no se puede ser tibio, la sociedad espera que protestemos posteando dando likes y compartiendo, virtualizando los espacios de debate y nos lancemos piedras informáticas. Tenemos que tener una postura, si señor. Tenemos que tener convicciones; pero sobre todo tenemos que tener las mas efusivas ganas de mantener la armonía y aceptar que no todos están obligados a pensar como nosotros. Debemos ser tolerantes y debemos aceptar que si tenemos posturas conservadoras; los todo-tolerantes pro-todo, van a ser los primeros en intolerarnos. Los openmind nos closeminding porque

Zona de Confort Zero

Cansado del vaivén de hordas de gente colmando bares y discotecas se retiró meditabundo a celebrar introvertido el fin de año en el campo. Con más de una cuestión que quería despejar de su mente se decidió por un pequeño pueblo montañés. El menos acontecido de mis amigos -pensaba yo- hasta que un día a mediados de enero me llamó a contar avergonzado esta anécdota. Mientras me la contaba iba subiendo en el escalafón de historias que alguna vez fueron inmortalizadas en este blog. Esta anécdota superaba sin ningún esfuerzo la vez que fui rescatado en ambulancia de nieve en las Montañas Rocosas, aplastaba como a una hormiga cuando hice vomitar a una pequeña niña con el putrefacto aire que emanaron mis entrañas; y, a mi criterio empataba con la vez que etílico el taxista entregaba rendido las llaves para que conduzca alguien más en media Vía Interoceánica. Mientras leen, no traten de ponerle cara al personaje, disfruten de esta gran aventura. Habiendo leído los mejores

Primera Cita

Por mucho que haya querido jugarla con calma; parar el balón, detenerme, alzar a ver y habilitar para gol. Mi inconsciente no me deja contenerme, no deja que mi cerebro gane esta batalla. Con ese flow, ese supercoolismo que me caracteriza, estaba yo jugándome todo. Tenia la primera cita de cajón, cine con canguil; infalible. Se habla lo justo, se hacen comentarios de la película y se deja en la casa a horas de gente. Comenzó la función. Todo iba bien.  Error fue escoger la película del momento que conmovía a quién la veía. Y no les voy a mentir, se me aguan los ojos en esas películas. Era uno de los puntos que había detonado varios mensajes de WhatsApp. Pero no contaba con que mi cerebro pierda con tal goleada la compostura.  Y no.. no es que me descompuse en lágrimas, no no va por ahí la cosa. Ella también estaba esperando desahogar un poco las ganas de llorar, disfrutar de la película con los cinco sentidos y dejarse llevar, a la final es parte de la experiencia del

La Moda No Incomoda

Ya nos pasó con la "serie" (digo serie, porque me han hecho caer en cuenta que es la palabra unisex para novela ) de Luismi, o como le dicen ahora tantos fans que tenia de toda la vida "Micky Rey".  Todos tenemos ese amig@ -digo @ porque Se Jodió el Paseo no discrimina y reconoce que la novelería trasciende géneros- que cuando empezaba a menear la pelvis al los melódicos ritmos luismigueleños en los matrimonios (porque eran los únicos lugares donde se escuchaban) gritaba "ME ENCANTA MENUDO" pero ahora no, no señores... ahora su spotify ha desplazado su límite de descargas y se ha colmado de hitos trascendentales del maestro Armando Manzanero con la privilegiada voz de Luis Miguel. Todo bien grandes hitos, no se ofendan los fans de siempre que con ustedes no es el drama.  Nos habría pasado con anterioridad con las numerosas giras de Sabina. Justinbiebereños -o como se decían ellos-  Believeres, transitando por Calle Melancolía negándolo todo, porque la