Que disparate....
Salimos para Canoas, obviamente confiando en la logística del Andresito no llegamos ni a San Vicente.
Nos paso a ver en su bote muy canchero de Bahía como a las 11am. Fuimos a su playita y esperamos el carro para poder ir a Canoas. Esperamos... esperamos... esperamos... esperamos... Dispuestos a seguir esperando empezamos a esquiar. El alto no se pudo parar por que tiene las patas muy largas jaja tal vez si lo intentaba sin esquís lo lograba, pero la composición física del alto no le permitió disfrutar del esquí acuático.
Como niños tuvimos una guerra de arena en la playa, obviamente pusimos el mal ejemplo y el resto de niños no pararon de lanzar arena hasta que nos fuimos.
Muy generosamente nos invitaron a comer un delicioso pescado en la casa en la peña. La vista fue algo espectacular mientras hacíamos la sobremesa en las hamacas del balcón que da al mar; el sol se sumergía en las olas del horizonte.
Ah cierto! El Egas y el Rafa... vamos a verles. Están hospedados en el "Hotel Vacaciones". Llegamos al hotel, y nos recibieron en su cuarto con AC caliente. Lo bueno es que lo hielos no se derretían con el calor, pues se robaron el cooler de un vendedor de helados; curiosamente se asemejaba mucho al Egas.
Tomamos un par.... de botellas jaja y nos incorporamos vía Vaporeto a la vida nocturna de Bahía. Hay algunos que no duraron mucho, pero nos encargamos de que no duerman al sereno. Los que si duramos fuimos para Puero Amistad a la fiesta de quiteños... lo que paso en la fiesta no es relevante... Saliendo de la fiesta emprendimos viaje hacia el Hotel Vacaciones dende nos habían ofrecido posada. Contamos las cabezas en el muelle para asegurarnos de que salimos todos los que entramos y con la Boya de Salvamento de la Gabarra de Bahía cruzamos a San Vicente a 5$ el flete.
Una vez en San Vicente volvimos a contar cabezas para serciorarme de que no habiamos perdido a ninguno en la falda de alguna, o el mar. Esperamos al taxi-moto que llevó al maestro logístico de vuelta a su casa en la peña y dormimos compartiendo cama.
El viaje de vuelta a San Jacinto al siguiente día fue largo porque el sol daba golpes certeros a las sejas de dos jóvenes mal dormidos y despues de las curvas peligrosas llegamos.
Dos dias mas tarde regresamos a Bahía para disfrutar del Gusanito... pero ese no es tema para hoy
Salimos para Canoas, obviamente confiando en la logística del Andresito no llegamos ni a San Vicente.
Nos paso a ver en su bote muy canchero de Bahía como a las 11am. Fuimos a su playita y esperamos el carro para poder ir a Canoas. Esperamos... esperamos... esperamos... esperamos... Dispuestos a seguir esperando empezamos a esquiar. El alto no se pudo parar por que tiene las patas muy largas jaja tal vez si lo intentaba sin esquís lo lograba, pero la composición física del alto no le permitió disfrutar del esquí acuático.
Como niños tuvimos una guerra de arena en la playa, obviamente pusimos el mal ejemplo y el resto de niños no pararon de lanzar arena hasta que nos fuimos.
Muy generosamente nos invitaron a comer un delicioso pescado en la casa en la peña. La vista fue algo espectacular mientras hacíamos la sobremesa en las hamacas del balcón que da al mar; el sol se sumergía en las olas del horizonte.
Ah cierto! El Egas y el Rafa... vamos a verles. Están hospedados en el "Hotel Vacaciones". Llegamos al hotel, y nos recibieron en su cuarto con AC caliente. Lo bueno es que lo hielos no se derretían con el calor, pues se robaron el cooler de un vendedor de helados; curiosamente se asemejaba mucho al Egas.
Tomamos un par.... de botellas jaja y nos incorporamos vía Vaporeto a la vida nocturna de Bahía. Hay algunos que no duraron mucho, pero nos encargamos de que no duerman al sereno. Los que si duramos fuimos para Puero Amistad a la fiesta de quiteños... lo que paso en la fiesta no es relevante... Saliendo de la fiesta emprendimos viaje hacia el Hotel Vacaciones dende nos habían ofrecido posada. Contamos las cabezas en el muelle para asegurarnos de que salimos todos los que entramos y con la Boya de Salvamento de la Gabarra de Bahía cruzamos a San Vicente a 5$ el flete.
Una vez en San Vicente volvimos a contar cabezas para serciorarme de que no habiamos perdido a ninguno en la falda de alguna, o el mar. Esperamos al taxi-moto que llevó al maestro logístico de vuelta a su casa en la peña y dormimos compartiendo cama.
El viaje de vuelta a San Jacinto al siguiente día fue largo porque el sol daba golpes certeros a las sejas de dos jóvenes mal dormidos y despues de las curvas peligrosas llegamos.
Dos dias mas tarde regresamos a Bahía para disfrutar del Gusanito... pero ese no es tema para hoy
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