Ir al contenido principal

Respuesta a mi querido Anónimo

Anónimo dijo...

Prefiero querer a poder, palpar a pisar, ganar a perder, besar a reñir, bailar a desfilar y disfrutar a medir. Prefiero volar a correr, hacer a pensar, amar a querer, tomar a pedir. Antes que nada soy partidario de vivir.

Anónimo dijo...

espero una respuesta

_________________________________________
Me gusta la pequeña reseña que has dejado, me gusta el entusiasmo con el que me has encarado. Antes que nada eres partidario de vivir, vivir es un partido al que uno siempre debe ser partidario. Ahora te digo yo algunas de las cosas que yo prefiero, pero antes te diré que tu nombre o seudónimo no has dejado.

Prefiero antes que un beso sin sentido el abrazo de un amigo, prefiero un trago barato bien acompañado, que añejos caros de botellas de algún cualquiera más o menos ilustrado. Prefiero no saber que prefiero y, no acabar con algo que no quiero, prefiero el silencio a la bulla, la humildad a la alta alcurnia, prefiero mirar a los ojos, apretar la mano. Prefiero decirlo a quedarme callado. Prefiero, mi querido Anónimo un comentario bien pensado, y no la critica sin sentido ni tiempo invertido. Así que gracias, y espero que prefieras que te haya contestado aunque no sea lo que hayas esperado.

Tata

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
mi querido tata antes que nada quisiera decirte que no es una critica a lo que tu escribiste, bien pasada talvez no pero dentro de todo nunca sabes cuando haces algo algun tipo de accion sin sentido sin saber que pasa despues, talves lo q fue un beso sin sentido puede llevar a grandes cosas en el futuro. las cosas que talvez no son tan bien pensadas te pueden hacer disfrutar mejor ls cosas algo improvisto y talvez algo aleatorio y no preparado te lleve a algo mas alla de lo esperado
Anónimo ha dicho que…
sigo esperando una respuesta
Tata Escudero ha dicho que…
Todavia no s quien eres.

Entradas populares de este blog

Qué chuchaqui...

De lo único que me antojaba anoche al salir del pequeño establecimiento era prenderme un cigarrillo, fumármelo en absoluto silencio. Oír la brasa  consumir lentamente el tabaco en la glacial noche quiteña. Procesar la intensidad, el enajenamiento de la realidad del cual había sido parte. Salía del teatro. Asistí a una producción llamada La Historia del Zoológico en la cual, no sé si el término es protagoniza o co-protagoniza el afamado Chunchi Zarumeño Mexicanizado. Quien en ocasiones anteriores fue participe de las líneas de este blog, y hoy, me compelo a titularizarlo por el más grande respeto y cariño que siento por él y el arte que siempre ha tenido a bien compartir conmigo. No no no, yo no soy crítico de teatro, tal vez, técnicamente algún sabido podría tener un criterio disparejo al mío. Guarden cuidado. No pretendo poner un rating a la obra o vender entradas. Pero imaginen un pequeño teatro, con demasiadas sillas y un escenario proporcional. La tensión se sentí...

Los mal intencionados

Debemos entender que en las despotricantes cadenas sabatinas, dominicales, u otras al antojo único del Presidente Correa, cuando él insulta, menosprecia, disminuye, apoda, o critica a algún pobre ser de la oposición, no debemos tomar estas como lo que son, sino como lo que pretende el Presidente con las mismas, crítica constructiva. Para que las personas a las que se refiere el Presidente puedan mejorar, crecer, madurar, enaltecer su intelecto y no sentirse mal o insultados. En cambio cuando alguien menciona la forma en que el Presidente se corta las uñas, se debe tomar, naturalmente como una injuria grave, gravísima, ultra grave, grave cum laude! Y no se nos ocurra hablar de la forma desbocada en la que se gobierna, o se toma decisiones, nunca jamás debemos decir que es equivoco, errático, reactivo. Debemos tener paciencia porque los niños son así. Son torpes. Están tratando de meter el bloque en forma de cubo, en el agujero e...

Zona de Confort Zero

Cansado del vaivén de hordas de gente colmando bares y discotecas se retiró meditabundo a celebrar introvertido el fin de año en el campo. Con más de una cuestión que quería despejar de su mente se decidió por un pequeño pueblo montañés. El menos acontecido de mis amigos -pensaba yo- hasta que un día a mediados de enero me llamó a contar avergonzado esta anécdota. Mientras me la contaba iba subiendo en el escalafón de historias que alguna vez fueron inmortalizadas en este blog. Esta anécdota superaba sin ningún esfuerzo la vez que fui rescatado en ambulancia de nieve en las Montañas Rocosas, aplastaba como a una hormiga cuando hice vomitar a una pequeña niña con el putrefacto aire que emanaron mis entrañas; y, a mi criterio empataba con la vez que etílico el taxista entregaba rendido las llaves para que conduzca alguien más en media Vía Interoceánica. Mientras leen, no traten de ponerle cara al personaje, disfruten de esta gran aventura. Habiendo leído los mejores...