I

Sobre la felicidad. Hablar de la felicidad me han dicho que es subjetivo, que cada uno encuentra la felicidad en cosas diferentes, que lo que llena a alguno, puede ser tan simple, que a otro le parece insignificante, absurdo, inecesario. Hace no mucho tuve la oportunidad de escuchar a alguien ponderar sobre la felicidad y la insipiración. Este decia que aguien lehabia pregntado si era feliz, y el respondio que sí; a lo que la primera persona respondio -como has podido caer tan bajo- Bajo ¿en el sentido de aceptar la condición de uno, y ser feliz com uno es? o acaso es por que la felicidad es tan efimera que no se puede considerar como un sentimiento ¿sino como algo que se siente? ese rato transitoriamente. En todo caso elaborando sobre su anecdota esta persona hablo de su felicidad como "felicidad doméstica" algo como cotidiano, algo allegado. Esa es la felicidad de la que el escapa ¿La auténtica felicidad acaso es algo más que nuesta condición, y más bien la busqueda de la misma? Pensaba yo, que alguien es feliz por defecto, es decir que la condición normal del hombre era ser feliz y los factores externos son los que nos hacen cambiar de condición, de sentimiento. Tal vez es el hombre una hoja en blanco y sus estados de ánimo se van creando a medida que los va sintiendo, hasta que un día uno de esos sentimientos es el común denominador de su vida. Felicidad, soledad, tristeza, angustia ¿O es la falta de tristeza lo que hace a un hombre feliz? es la falta de orgullo lo que te hace humilde. Sin ir muy lejos, el existencialismo, el neutralismo de sentimientos,es acaso en el que vive bajo esa filosofía la felicidad un medio para llenar sus vacios, aunque se pueda considerar como absurdo ese stilo de vida; y se vuelve otra vez una cuestión subjetiva.
Personalmente no creo que sea subjetiva, creo más bien que es personal sin ir al ámbito metafisico, sin salir de lo humano, sin subjetivisar la felicidad. Que es más bien temporal, que se anula con hechos externos, o se agrande con los mismos, que es tan temporal como es el momento que la crea. Muchos diran que dura por recordar ese momento, pero no es eso a caso nostalgia, no es acaso melancolia. Lo peor de todo esto es que yo no sé que escribir cuando me invade ese dilema, que la domesticidad de la felicidad me droga sin dejarme escribir, incapacitandome para pensar, o reaccionar ante los cambios externos.
Por cierto yo soy Carlos, Carlos Dilon autor de la historia que vendra en los capitulos siguientes. Soy escritor, creo, o al menos me considero uno.