Le puse un bozal a mi pluma
encerré su tinta en el tintero
pues, si me largo a escribir
pueda que te ofenda
y eso, no quiero
Tinteros que gritan de ira
de reclamos que no te hice
tinteros que gritan ¡Cobarde!
por callar, ahora, es muy tarde
Ahogué los gritos de mi puño
en la tinta azul de mi tintero
verdugo de un poema
de amor humeando en el cenicero
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