Como toda tendencia, no se desarrolla de un día para otro, más bien es toda una vida de tender a equivocarme. Tiendo a equivocarme cuando por ejemplo me dicen -señor, como le cortamos el pelo- entonces yo respondo muy entusiasta -igual que la otra vez- (la otra vez no me corte el pelo en esa peluquería) y el corte es un desastre impeinable. Otros ejemplos que obligado debo exponer para que los lectores rían un poco, cuando pides una gaseosa en un restaurante de comida rápida, simple debes decir -sin hielos por favor- o cuando estas en un evento formal con todas las normas de comportamiento de Carreño, yo soy el que siete riega el vaso de agua, o la copa de vino (siempre encima de el vestido más caro). otro ejemplo que me viene a la mente es cuando voy al cine y no me percato si la función que compre es subtitulada o doblada y siempre la que compro es doblada.
En fin les cuento esto para que loa siguiente vez que me vean hacer algo torpe, e me acerquen y en confianza me digan -Tata ya deja de equivocarte- ojo que las cosas torpes van desde el cotidiano vivir, pasado por las relaciones amorosas, y acaban en los eventos,es decir todo.
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