Siempre que quedamos en vernos o me fallaste, o te fallé. Por lo general cuando vienes te veo el día que llegas y el día antes de tu partida.
Pero las raras ocasiones en que hemos realizado lo planeado. Debo admitir, que cada una de ellas es una historia digna de las páginas de este Blog. Como aquella vez que salimos de la casa de los Dh y fuimos colgados de los estribos de un carro caso 3km porque no queríamos pagar un taxi. Imprudentes, no, pendejos porque en el camino se me ocurrió tomar una foto de tan grata experiencia y se cayo mi celular en medio del pavimento.
O en Bahía aquel año nuevo que dejamos a nuestro amigo El Cola en Funda, dormido en el hotel y después robamos la boya de la gabarra. También en tu casa, una de las varias, que decidimos malgastar el desinfectante de las manos de tal forma idiota; incendiandonos las manos tratando de hacer una foto épica, pero el Jose T no puede tomar buenas fotos.
Esa ves también, que me invitaste a tu casa, pero con doble intención, sólo querías que alguien te lleve al banco a sacar plata.
En fin, ladra más alto que desde tan lejos no te oigo. Deja de reirte de mi, yo sé que te estas riendo de mi. Por último, espero verte para contar otra historia, que la memoria me falla.
Un abrazo
Tata
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