Cuando es más fácil escribir que pensarlo bien y decir lo que uno quiere expresar, entonces regresamos al argumento inicial, al porque de este Blog.
Cuando las noches se quedan sin sueño y los días pasan lentos como el subir y bajar de la marea. Cuando los que queremos y confiamos no saben por lo que pasamos, cuando se pone la gente la máscara y va pisando cloacas sin mirar el cielo.
Cuando un tal Oscar Wilde no basta, tampoco una buena frase de Sabina, Sabines o Serú Giran. Cuando a ratos pensamos que lo que te hace bien te hace mal. Cuando nos sobran los por ques, siempre faltan las respuestas. Cuando creo que escribo algo que antes ya he expresado, es un sentimiento nuevo, o algo que no he procesado.
Cuando cada paso es al vacío, y los paracaídas están trucados, las colchonetas no amortiguan el caer y lo que nos queda es volvernos a estampar contra el cemento.
Cuando no tenemos ni ganas de caminar y la lluvia nos viene a mojar. Cuando el optimismo es nada más una palabra, un vocablo; las razones para seguir son propias e inentendibles, aún para uno.
Cuando lo único que quiero es volver, a algo que no va a volver a suceder porque el tiempo ya cobro factura, retuvo las memorias y nos pasó el gasto.
Cuando.
Cuando las noches se quedan sin sueño y los días pasan lentos como el subir y bajar de la marea. Cuando los que queremos y confiamos no saben por lo que pasamos, cuando se pone la gente la máscara y va pisando cloacas sin mirar el cielo.
Cuando un tal Oscar Wilde no basta, tampoco una buena frase de Sabina, Sabines o Serú Giran. Cuando a ratos pensamos que lo que te hace bien te hace mal. Cuando nos sobran los por ques, siempre faltan las respuestas. Cuando creo que escribo algo que antes ya he expresado, es un sentimiento nuevo, o algo que no he procesado.
Cuando cada paso es al vacío, y los paracaídas están trucados, las colchonetas no amortiguan el caer y lo que nos queda es volvernos a estampar contra el cemento.
Cuando no tenemos ni ganas de caminar y la lluvia nos viene a mojar. Cuando el optimismo es nada más una palabra, un vocablo; las razones para seguir son propias e inentendibles, aún para uno.
Cuando lo único que quiero es volver, a algo que no va a volver a suceder porque el tiempo ya cobro factura, retuvo las memorias y nos pasó el gasto.
Cuando.
No ahora.
Ahora que escribo. Ahora que siento. Ahora que veo huelo y pruebo.
Ahora que...
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